Lo primero que hay que saber de esta desconocida ciudad del norte de Italia es que forma parte desde 1995 del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y bien merecido lo tiene.
Esto debería ser reclamo más que suficiente para atraer miles de visitantes, sin embargo Ferrara sigue siendo una ciudad provinciana de esas en las que todo el mundo parece conocerse y en las que salir a comprar el pan supone invertir mucho tiempo porque uno tiene que ir parando cada poco para saludar a vecinos y conocidos.
Como todos los años, el pasado mes de noviembre hicimos nuestra escapada al norte de Italia y este año quisimos conocer esta ciudad que habíamos visto en mapas y guías pero no relacionábamos con ninguna foto, y nos gustó.
Ferrara está considerada como el primer ejemplo de planificación urbanística de Europa y su centro histórico se ha mantenido íntegro hasta nuestros días gracias a una cortina de murallas. Ferrara tiene una de las universidades más antiguas de Italia, conocida por haber visto licenciarse al mismo Copérnico y el medio más habitual para moverse por la ciudad es la bicicleta: hasta el alcalde la utiliza Paseando por sus calles sombrías sin rumbo fijo uno se verá trasladado a la Edad Media, ese laberinto de calles silenciosas parecen haber quedado ancladas en el tiempo. Sin embargo, un poco más allá uno se encuentra con plazas amplias y edificios palaciegos: el renacimiento también dejó huella en esta pequeña ciudad. Como ya habréis intuido, lo que hay qué ver en Ferrara es de lo más variado. Aquí os dejo lo más interesante:
VIA DELLE VOLTE
Al sur de la piazza Trento y Trieste se encuentra el entramado de callejuelas del antiguo centro medieval de Ferrara, con la que probablemente sea la calle más bonita de la ciudad: la via delle Volte. Una calle larga y estrecha llena de “volte”: pasadizos sobreelevados que conectan los edificios de ambos lados de la calle y que acaban en forma de arco abovedado. Ésta era una de las principales calles comerciales de Ferrara en la época medieval y una de las teorías sobre los pasadizos es que servían de conexión entre las casas de los comerciantes, a un lado de la calle, y sus almacenes, al otro. De entre todas las calles de aspecto medieval que ver en Ferrara no hay duda de que esta es la más atractiva.
BARRIO JUDIO
En la zona medieval se encuentra también el ex-gueto judío de Ferrara, alrededor de la via della Vittoria, de la via Vignatagliata y de la via Mazzini donde, en el edificio de una antigua sinagoga, está el museo judío. Ferrara tiene una tradición judía muy importante: en la época de los Este, muchos judíos llegaron aquí de todas partes de Europa. Su libertad y riqueza acabaron con el ducado de los Este en Ferrara, al pasar la ciudad a ser parte del Estado Pontificio. A partir de 1627, el Papa ordenó la creación del gueto en el que segregó a los judíos hasta 1859.
PALACIO ESTENSE
Es un castillo de gran tamaño en el que se pueden visitar diversas colecciones de arte y las varias dependencias de los duques de Este desde el inicio de la contrucción del edificio en el siglo XIV. Además del edificio histórico el museo también cuenta con obras pictóricas de varios artistas de la zona como De Pisis, Boldoni o Mentessi. La fortaleza de un tamaño imponente está rodeada por un gran foso, tiene planta cuadrada con grandes torreones en las esquinas, que junto con los puentes levadizos y las fuertes medidas defensivas hicieron de este un castillo prácticamente inexpugnable en el inicio del renacimiento. Aunque fue construido en 1385, desde el siglo XVI fue la nueva residencia de la corte, lo cual supuso importantes cambios en la estructura de la fortaleza: se edificaron miradores en la torres, se eliminaron las almenas para ser sustituidas por balcones de mármol y se construyeron en su interior amplias salas destinadas a acoger a los miembros de la corte. Este lugar es sin duda el edificio más impresionante que ver en Ferrara.
PALACIO MUNICIPAL Y PIAZZETTA MUNICIPALE
Era aquí donde estaba el palacio de la corte antes de que ésta se trasladara al Palacio Estense. El acceso a ese antiguo palacio se puede ver frente a la fachada de la Catedral. Se trata de la bóveda del Caballo, a través de la cual se entra al patio del antiguo Palacio Ducal convertido hoy en acogedora plaza a la que asoman las que fueron ventanas de mármol de la antigua residencia palaciega. También en la plaza se puede ver la escalinata de honor, levantada en 1481 y cerca de la cual se encuentra la antigua Capilla de corte en la actualidad transformada en sala teatral.
CATEDRAL DE SAN JORGE
La catedral de Ferrara está dedicada a los Santos Jorge y Maurelio. En ella se funden los estilos románico y gótico creando una armoniosa obra de arte. La fachada ya anuncia las tres naves que hay en el interior, y en ella destaca un precioso pórtico que sostienen varias columnas. El interior del templo se remonta a los siglos XVIII-XIX ya que la estructura original se perdió tras un incendio del siglo XVII. La torre construida al sur de la catedral es de estilo renacentista.
Su entrada es gratuita, y nosotros no pudimos visitar la torre porque estaba en obras.
PIAZZA DE TRENTO Y TRIESTE
Es un amplio espacio del que parten distintas calles medievales que llevan a recorrer la ciudad y que en su parte norte se funde con la Piazza del Duomo. Uno de los laterales de la Piazza de Trento está ocupado por la Loggia dei Merci (Logia de los mercantes), construcción del XV anexa a la Catedral y que actualmente mantiene su función original albergando en la parte inferior algunas tiendas.
TORRE DELL’OROLOGIO
Esta torre, también conocida como Torre dell’Arengo, se puede ver en uno de los accesos a la Piazza Trento y Trieste y el reloj que le da nombre se ve desde dicha plaza. Aunque se construyó inicialmente a finales del siglo XIV tuvo que ser reconstruida totalmente en el siglo XVI, datando de esa fecha su aspecto actual.
CEMENTERIO DE LA CERTOSA
Construido a las afueras de la ciudad, este cementerio monumental se construyó en el S.XV y es uno de los lugares destacados que ver en Ferrara. Y es que este cementerio es uno de los principales monumentos del Renacimiento en la ciudad, así como uno de los mayores complejos arquitectónicos de Ferrara. El cementerio, que fue inicialmente un monasterio, presume de tener allí enterrados a varios pintores y artistas, aunque la más destacada de sus tumbas es la del Duque Borso. Si se visita el cementerio no hay que dejar de ver la Iglesia de San Cristobal, una original obra renacentista (que nosotros tampoco pudimos visitar por estar de obras).
PALACIO SCHIAFANOIA
Otro de esos palacios renacentistas es el Palazzo Costabili llamado también Palazzo di Ludovico il Moro, que ahora es sede del Museo Arqueológico Nacional. En un día no te dará tiempo a entrar, pero merece la pena acercarse para ver su patio de honor. Su nombre indicaba que había que eliminar el aburrimiento aplasta-la-noia. La visita merece la pena, el palacio fue edificado al final del siglo XIV, la parte más interesante es el llamado salón de los Meses, una sala completamente decorada con frescos con la representación iconográfica de los meses del año, realizados entre 1469 y 1470 por algunos artistas ferrareses. En el edificio también se alberga la colección de arte cívico de la ciudad, que tiene piezas etruscas y romanas.
PALACIO DE LOS DIAMANTES
Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista italiana por su decoración con puntas de diamante que recubre toda la fachada. El palacio se proyecta a final del siglo XV gracias al interés del hermano del Duque Escole I, Sigismondo d’Este en 1492. La fachada está cubierta por más de 8000 bloques de mármol blanco y rosa con formas triangulares que dan la sensación de tratarse de diamantes según la orientación de la luz. El interior del palacio también es muy bello, tiene un claustro renacentista decorado con mármol también. Actualmente el palacio es un centro expositvo y museal con grandes muestras como la que se celebra este otoño sobre el Orlando Furioso.
¿Dónde comer en Ferrara?
En el mapa os he puesto los restaurantes que os recomiendo en la ciudad.
Si en Ferrara sólo pudieras probar un plato, debería ser cappellacci di zucca: una pasta rellena de calabaza que se toma simplemente con mantequilla y un poco de salvia. ¡Qué rica!
Heladerías en Italia hay muchas, pero no todos los helados son iguales. Los de la Gelateria Cremeria Primo Frutto, al lado de la renacentista torre del reloj de la plaza Trento y Trieste, son de los más buenos: ¡no os defraudarán!
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