Visitar Holanda en siete dias es algo pretencioso. Es un país con muchas paradas obligatorias, visitas imprescindibles y pueblos con encanto especial. No obstante, si al igual que yo no tenéis más que una semana, aquí os dejo la guía para quedaros con lo esencial del país de los tulipanes y el queso.
Nosotros reservamos una casa en el centro del país y nos fuimos moviendo cada día. El orden de las visitas no tiene importancia, podéis hacer como nosotros e ir decidiendo en función del tiempo que vaya a hacer en cada lugar. Os dejo el enlace del airbnb en el que nos alojamos nosotros, una casa en Ermelo, que nos costó un poco menos de 1200€ la semana y caben 3 parejas con niños.
- Los molinos:
Los molinos son el símbolo por excelencia de Holanda. Los veréis repartidos por todo el país pero hay un par de zonas donde podéis contemplarlos en todo su explendor:- Molinos de Zaanse Schans: Están situados a tan solo 15 minutos en tren desde Amsterdam ( buena opción si hacéis noche aquí). El tren cuesta un poco menos de 10€ (ida y vuelta) y el pueblo está a cinco minutos andando. Nosotros no fuimos porque visitamos los del sur.
- Los molinos de Kinderdijk:
Cómo llegar
Nosotros llegamos en nuestro coche alquilado. Hay varios aparcamientos y, dependiendo de lo lleno que esté, podréis aparcar más o menos cerca. El aparcamiento más cercano cuesta 5€ sin límite de tiempo. La dirección que tienes que poner en el GPS es Nederwaard 1, 2961 AS Kinderdijk. Cuando nosotros llegamos este aparcamiento estaba lleno y, siguiendo las indicaciones de parking que están muy bien indicadas, aparcamos en un aparcamiento a un par de kilómetros con servicio de lanzadera gratis cada 15 minutos (el aparcamiento gratis también).
Los molinos se encuentran en una bonita explanada rodeada de agua por todas partes entre ríos, canales, acequias y cañaverales. La entrada está pegada a la carretera, cerca de la confluencia de los ríos Lek y Noord, justo donde está el aparcamiento que os comentaba. Al final del parking está la taquilla y un café donde también venden cosas de recuerdo y regalos.
Para ver Kinderdijk no es necesario pagar. La entrada (7.5€, 10% de descuento si la compras online) sólo hace falta si quieres visitar por dentro dos de los molinos que han sido convertidos en museos y para la exposición sobre la historia de la zona que hay en el centro de visitantes, dentro de la estación de bombeo de Wisboom. En la actualidad son el símbolo de la gestión de agua holandesa, y en 1997 se incluyeron en la lista del patrimonio de la humanidad de la UNESCO.
Pasando la taquilla hay un camino asfaltado y recto que se adentra en la explanada, acompañando en paralelo a un canal en cada lado. La parte oeste (a la derecha según te adentras) se llama Nederwaard, y la este Overwaard. En cada una de ellas hay una hilera de 8 molinos de ladrillo, que reciben el nombre de la orilla en la que están y el número empezando a contar desde la entrada (es decir, Nederwaard 1 al 8 y Overwaard 1 al 8).
Las tierras bajas han sido propensas a las inundaciones durante años a pesar de la construcción de canales y diques, incluyendo la inundación en 1421 de Saint Elisabeth que mató a miles de personas después que algunos diques se rompieran por varios lugares.
Para frenar las inundaciones, los molinos de viento de Kinderdijk fueron construidos en 1738 y 1740 , y así mover el agua de las áreas inferiores a los lugares más altos del río.
Estos molinos tienen bastantes cosas en común. Son del tipo denominado grondzeilers, ya que sus aspas (de 30 metros de longitud) casi rozan el suelo y tienen el tejado de paja. La parte superior puede girar para adaptarse a la dirección del viento. En el interior tienen una gran rueda de madera que es la encargada de bombear el agua. Pero también hay diferencias apreciables. Los molinos de Nederwaard (construidos en 1740) son de ladrillo y su cuerpo es cilíndrico. Al estar muy cerca unos de otros, no guardan una alineación perfecta para no robarse el viento unos a otros. Los de Overwaard, de 1738, son de madera y tienen planta octogonal. Al estar más separados entre sí no hay problema en que estén alineados perfectamente.
Los otros 3 molinos que quedan (originalmente había mas) están un poco separados del resto y se llaman De Hoge (1740), Kleine of Lage (1761) y De Blokker. De Blokker, de un estilo que los holandeses llaman wipmolen, es diferente a todos los demás molinos de Kinderdijk y bastante más antiguo. Está hecho de madera negra, con la base recubierta de tejas. La rueda que drena el agua está situada en el exterior.
Las distancias no son demasiado grandes: desde la taquilla hasta el más alejado de los molinos hay unos 800 metros. Se puede ir andando o en bicicleta (te las alquilan en la tienda de la entrada), aunque también es posible hacerlo en barco. Hay 2 tipos de barcos: el Canal Hopper es abierto y el Canal Cruiser cerrado. Paran en varios sitios durante el trayecto y tardan una media hora en hacerlo entero. Te puede bajar y subir tantas veces como quieras (12€ si se compra conjuntamente con la entrada a los molinos-museo).
Comer en los alrededores
Nosotros nos llevamos comida e hicimos un picnic en mitad de la excursión pero leí que en la misma carretera por la que se llega a Kinderdijk y a un par de minutos en coche del parking, hay un restaurante llamado Grand Café De Klok en el que se comebastante bien por un precio razonable. Además es muy espacioso y los niños pueden corretear sin problema.
- Parque Nacional De BiesboschPor su cercanía a la zona de molinos de Kinderdijk, se puede combinar la visita con el Parque Nacional de Biesbosch. Nosotros lo hicimos en dos días separados.
Este parque es, sin duda, uno de los tesoros naturales que hay que ver en Holanda. El Biesbosch es un enorme delta de agua dulce de cerca de 8000 hectáreas formado por un laberinto de pequeños ríos y arroyos alternados por espacios de verde y salvaje naturaleza. Hay múltiples actividades a realizar, todas ellas con la naturaleza: paseo en bici, en canoa, observación de aves, bañismo… Además, con sus numerosas especies de aves que vienen aquí a comer, es el lugar perfecto para ornitólogos aficionados.
Cómo llegar
La forma más fácil de llegar a él es de la cercana Dordrecht. Lo más recomendable es alquilando una bici y pasar el día recorriendo el área. En el centro de visitantes te alquilan bicicletas para todo el día. Nosotros, como íbamos con Chloe muy pequeña, alquilamos una bici de 4 para poder ir sentados y llevarla en el porteo. Pero esta bicicleta solo la alquilan aquí.
El castor es el animal más extraordinario del parque De Biesbosch ( aunque a mí me parecieron más exóticos los bueyes de agua peludos). Estos roedores tienen alrededor de cien presas en las aguas del parque. También vienen cientos de especies de aves a aparearse, entre otras unas 20 parejas de martines pescadores. El pigargo es también es un visitante regular, que se deja ver por esta zona todos los años. En pocas palabras, el parque De Biesbosch es un paraíso acuático.
- Amsterdam
Visitar la capital del país en un solo día es un poco locura. Os puede servir para llevaros una pincelada del sabor de esta ciudad tan bonita y agradable. Nosotros la recorrimos en un día por tiempo/logística. Aquí os dejo nuestro itinerario:Para aparcar el coche existe un sistema llamado P+R (Parking and Ride) que muchas grandes ciudades han incorporado para que la gente deje el coche en aparcamientos situados en las afueras de la ciudad (a precios económicos) y potenciar el uso del transporte público en el interior. Nosotros aparcamos en el parking del estadio olímpico y, enseñando el billete del tranvía (cuya parada esta justo al salir del aparcamiento), nos costó 1€ para todo el día.
Es ideal empezar con un paseo por el centro de la ciudad, de éste modo visitaréis la conocida plaza Dam, centro neurálgico de la ciudad (presidido por el Palacio Real). En esta plaza también encontramos la Nieuwe Kerk(iglesia nueva) o el Monumento Nacional de Amsterdam en recuerdo a los soldados holandeses que cayeron en la Segunda Guerra Mundial.La plaza tiene su origen en una presa levantada sobre el río Amstel en el siglo XIII. Presa en holandés se traduce como Dam, por lo que blanco y en botella . A pesar de que en los años sesenta, la plaza ganó fama entre los hippies, hoy en día es un lugar de encuentro tanto para los locales y turistas. Digamos que los “hippies” se han trasladado al Voldenpark.
Nosotros continuamos la visita para adentramos en una de las zonas más famosas de la ciudad, el Grachtengordel, donde se sitúan los tres principales canales de Amsterdam. En orden cruzaremos el Herengracht, Prinsengrachty finalmente Keizersgratch.Tras ello visitamos el encantador barrio de Jordaan. Aquí se encuentra también una visita muy interesante, la Casa de Ana Frank. Si queréis realizar la visita os aconsejamos reservar con cierta antelación (nosotros por tiempo no lo hicimos). Si tenéis tiempo, os recomiendo perderos entre los canales del Jordaan antes de continuar la visita.Volvimos tras nuestros pasos y recorrimos el Prinsengracht. Pronto nos sorprende la enorme torre de 85 m de la iglesia Westerkerk, visible desde muchos puntos de la ciudad. Se puede subir a la misma por un módico precio y desde su cima se pueden disfrutar de unas magníficas vistas sobre la ciudad. La Westerperk es una de las iglesias más antiguas de Amsterdam construida a principios del siglo XVII y fue en aquel momento el templo protestante más grande del mundo.Nosotros quisimos subir pero cuando fuimos a comprar la entrada ya estaban compradas las entradas para casi todo el día (hay una subida cada hora si mal no recuerdo) y solo quedaban entradas para dentro de 4 horas, con lo que teníamos que seguir visitando y en cuatro horas volver…no lo hicimos.
Antes de llegar a la siguiente visita, aprovechamos para pasear por la famosa Kalverstraat, una de las calles con comercios de los Países Bajos, y en consecuencia, muy concurrida por locales y turistas.
Continuamos nuestro itinerario hacia el canal Singel para pasear por el Bloemenmarkt, el mercado de las flores de Amsterdam. Entre sus puestos encontraréis una enorme variedad de bulbos de cientos de flores distintas. Al tratarse de un lugar bastante turístico también encontraréis bastantes tiendas de souvenirs.
Tras cruzar el mercado, llegamos a la plaza Muntplein dónde el canal Singel se encuentra con el río Amstel. En este lugar, se levanta la Munttoren, también conocida como Torre de la Moneda. Recibe ese nombre debido a que a finales del siglo XVII, tras la ocupación francesa de gran parte del país, la torre se utilizó para la acuñación de monedas. En sus orígenes, en el siglo XV, la torre formaba parte de una de las principales puertas de la ciudad conocida como Regulierspoort. Después del incendio sufrido 1618, la torre fue reconstruida y, con algunos cambios, así ha llegado a nuestros días.
Vondelpark
Muy cerca de los museos se encuentra el Vondelpark, el gran pulmón verde de la ciudad. Ocupa una extensión de 47 hectáreas y es el lugar ideal para tomarse un respiro en Amsterdam. El parque está siempre animado y muy frecuentado tanto por turistas como por locales que aprovechan para pasear o simplemente descansar en el césped. En verano es habitual encontrar conciertos gratuitos al aire libre.
Barrio rojo o Red Light District.
Desde hace varios siglos es conocida la práctica de la prostitución en este barrio. Ahora es un gran reclamo para turistas, curiosos y como no, clientes, que se pasean por las calles y observan a las prostitutas en sus vitrinas y escaparates con neones rojos. Además encontraréis numerosos comercios relacionados con los temática como sex shops, tiendas de condones y hasta un museo erótico.
Asimismo, advertiros que en el barrio rojo se deben tener en cuenta unas normas mínimas de respeto sino queréis que algún segurata os llame la atención. Por ejemplo, no está permitido hacer fotos a las prostitutas y, de hecho, cada vez son más restrictivos con los turistas.
En este sentido, cabe destacar que los Países Bajos son pioneros en muchas cosas y una de ellas es la regulación de la prostitución. De hecho, las prostitutas cotizan en la seguridad social y pagan impuestos como cualquier trabajador neerlandés. A pesar de ello, el gobierno neerlandés sigue manteniendo una lucha constante contra la prostitución ilegal, proxenetas y trata de personas.
Nosotros intentamos hacer un free tour pero por horario y tiempo limitado de estancia en la ciudad no nos cuadró pero os dejo los horarios:
– Free tour Sandeman: 10h,11h y 14h. Punto de encuentro: en frente del Monumento Nacional de la Plaza Dam. Llevan un paraguas rojo y no es necesario reservar antes.
-Rafa free tour : 11h y 15h. Mismo punto de encuentro. Llevan un paraguas bicolor azul y blanco con el logo de Rafa Free Tour. Es necesario reservar antes.
- Utrecht
Utrecht tiene en algunos tramos una forma de canal distinto al de otras ciudades: la acera esta elevada sobre él y se puede acceder a través de escaleras a unos paseos que bordean el canal, con un recuerdo a los del Sena en París.Como en otras ciudades, el mayor placer se encuentra en callejear sus espacios y recovecos, pero a parte de eso, Utrecht tiene varios atractivos:- Torre Dom: Esta es la reina de las torres de iglesia de toda Holanda y principal símbolo de Utrecht. Tiene 112 metros de alto y data del siglo XIV. Se puede acceder a lo alto para contemplar las espectaculares vistas. Se encuentra separada de su catedral porque en 1674 la nave central se desplomó a causa de un tornado.
- Mercados: Hay tres, el de textil, el Lapjesmarkt, con 400 años de antigüedad, los sábados por la mañana; el de flores, los sábados hasta las 17:00 y el mercado general, los miércoles, jueves y sábados.
- El DOmunder: situado en la Domplein, la plaza central, se trata de una visita subterránea por los 2000 añós de historia del lugar, desde los romanos hasta la actualidad.
- La iglesia Willibrord.
Antes de llegar a Utrecht, a 40 minutos de Ámsterdam, propongo hacer una breve parada en parada en el hermoso castillo de De Haar. Se trata del castillo más grande de Holanda y se encuentra muy cerca de Utrech.
- La Venecia del norte,Giethoorn.Giethoorn es un pueblo de cuento de Holanda, rodeado de agua. Este maravilloso pueblo holandés, está ubicado en el Parque Nacional Weerribben-Wieden. Lo que más llama la atención son las numerosas construcciones con techo de paja, la cantidad de puentes que unen las diferentes islas y lo verde que es por todos lados.
Se podría decir que es una Venecia holandesa verde, rodeada de canales, donde no hay sitio para los coches, llena de árboles y flores. Seguro que es un lugar que vas a querer visitar.
Giethoorn nace por un asentamiento de excavadores de turba. Esta actividad hizo que se crearan lagos y charcos, y la gente construyó casas en las islas que se iban formando. Y la única manera que tenían para ir de una isla a la otra era a través de los puentecitos de madera o de una pequeña embarcación llamada punter, el punter es un barco pequeño impulsado mediante una pértiga.
Lo más típico que hacer en Giethoorn y lo que todos los visitantes hacen es alquilar una embarcación y recorrer sus canales y lagos. Si te estás preguntando si hay que tener algún tipo de licencia para alquilar una barca en Giethoorn, la respuesta es no. - Pueblos con encanto.
Allá donde pares siempre encontrarás un pueblecito con encanto especial. Aquí os dejo algunos de los más conocidos, pero no dejes de parar en el camino, todos son una delicia:
– Volendam: Volendam es un pueblo de pescadores al noreste de Ámsterdam. Es uno de los pueblos más bonitos y turísticos de Holanda. Es conocida por sus pintorescas casas de madera y por los antiguos barcos pesqueros de su puerto, donde hay numerosos puestos de venta de marisco. En el Museo Volendam hay cuadros, esculturas y cerámica desde el siglo XIX hasta la actualidad, una galería de trajes tradicionales y mosaicos confeccionados con millones de etiquetas de puros. En el Mueso Palingsound se documenta la historia de la escena musical local.– Edam: este pueblo es el que le da nombre al famoso queso Edam y durante ocho miércoles al año podemos disfrutar del mercado del queso (durante los meses de verano todos los miércoles de julio y agosto)
– Marken: es un pequeño pueblo situado 20 kilómetros al noreste de Ámsterdam. Está situado muy cerca de Volendam. Se puede visitar desde Volendam en barco (está separado por mar, ya que está en un pequeño saliente de tierra). Merecen la pena sus casas, sus jardines, los animales de granja, el puerto, los canales, sus puentes y la iglesia. Marken es un pueblo muy pequeño y podréis recorrerlo completamente en muy poco tiempo.
– Alkmaar: Algo que hay que ver en Holanda es un mercado del queso. Y el mejor del país se celebra cada viernes por la mañana entre principios de abril y finales de septiembre, en Alkmaar. Es un espectáculo precioso, a medio camino entre lo histórico y lo práctico, pero sobretodo de lo más visual.-Amersfoort: Este pueblo no lo encontré en ninguna guía, simplemente paramos en el camino y cuál fue nuestra sorpresa al encontrarnos un pueblo tan agradable y bonito. Su aspecto medieval y los restos de sus antiguas murallas y puertas hacen de esta ciudad un lugar ideal para pasar un día o un fin de semana.
-Bolduque (Hertogenbosch o Den Bosch en holandés): Nos la recomendó un amigo holandés y, aunque poco habíamos leído sobre ella en guías, también nos sorprendió gratamente. Es famosa por las obras fantásticas del pintor Ieronimus van Aken (su seudónimo era Bosch), expuestas en uno de los museos y por la soberbia catedral de San Juan, las pinturas murales y el diseño de vitrales de la cual fueron elaborados por el mismo pintor. Otro atractivo es recorrer sus canales a bordo de un barco. Os recomiendo reservar los tickets con antelación pues el día que nosotros fuimos ya estaba todo agotado.
-Delft: es famosa en todo el mundo por su relación con Johannes Vermeer, la cerámica azul de Delft y la Casa Real. Revive su glorioso pasado mientras paseas a lo largo de sus canales, iglesias, mansiones y patios. Esta ciudad universitaria también ofrece museos, mercados, numerosos bares musicales y visitas guiadas por los canales. No llegamos a pasar por ella pero nos la recomendaron. - Islas frisias
Las islas frisias son una de esas joyas de Europa que aún están por descubrir. Es un destino insólito y muy poco conocido, fuera del turismo interior holandés. Como carta de presentación os diremos que una de sus islas, Texel, está considerada por la Lonely Planet como uno de los mejores destinos europeos.
Las frisias están formadas por muchas islas diseminadas frente a las costas de Holanda, Alemania y Dinamarca. Las que pertenecen a los Países Bajos son cinco y son de oeste a este Texel, Vlieland, Terschelling, Ameland y Schiermonnikoog.
Se caracterizan por tener playas de dunas muy extensas y con cierto aire paradisíaco. Sería muy osado decir que son playas vírgenes, pero cuando estéis allí tendréis esa sensación, sobre todo cuando os alejéis de alguno de los pocos pueblos que hay en las islas.Las islas frisias y el Mar de Wadden son un paraíso natural, casi sin explorar ni explotar. La presencia humana es muy limitada y es un auténtico paraíso para aves y para los observadores de éstas. Todo esto le ha valido para ser declarado Patrimonio Natural por la Unesco en el año 2009.Cuando las mareas bajan dejan al descubierto un fondo arenoso y arcilloso por el que algunos visitantes caminan en lo que se conoce como el Wadlopen (caminar sobre el barro en holandés). Así que no os estrañéis si veis a alguien paseando con pantalones cortos y botas de pescador por un terreno diferente y peculiar.
Al atardecer el paisaje formado por las mareas bajas del mar de Wadden es sublime.Cómo llegar a las islas frisias
Obviamente la manera más habitual de llegar a las islas frisias es el barco. Dependiendo la isla que queráis visitar tendréis que utilizar una compañía y un puerto diferente. Tenéis que saber también que dependiendo de la isla podréis circular en coche o no. Os lo explicamos a continuación.
Cómo llegar a Texel
La isla más poblada de las frisias holandesas tiene un fácil y rápido acceso desde el continente. Los enormes barcos de la compañía TESO zarpan desde el puerto deDen Helder y lo hacen cada hora desde las 6:30 hasta las 21h. El viaje es muy barato (menos de 3€) y una familia de 4 personas con coche apenas cuesta unos 35 € aproximadamente. Podéis consultar horarios y precios en su página webTexel es la isla más visitada de las islas frisias. Su cercanía al continente y su reducido precio, la hacen uno de los lugares preferidos de los holandeses para pasar sus vacaciones de playa en su propio país. En esta isla encontraréis algunas de las mejores playas del continente como son la Paal 15 y Paal 17, extensas playas de dunas dónde nunca os sentiréis agobiados por la gente.
Además de disfrutar del agua y la arena, os recomendamos que visitéis Ecomare, un centro de interpretación de la vida animal de la isla y dónde podréis disfrutar de su actividad estrella, dar de comer a las focas.
El romanticismo y las imágenes de postal, las podéis encontrar en el precioso faro rojo que hay al norte de la isla. Acompañado de algunas casitas de rojos tejados conforma una imagen de cuento. Las vistas desde su playa también son tremendas, como lo son las que podéis admirar desde la playa Paal 33, conocida como Cabo Norte y con un simpático restaurante, ideal para cenar algo mientras os deleitáis con una seductora puesta de sol.
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