Febrero 2015
A menos de 2 horas en coche desde Londres, Brighton es una de las ciudades más bellas pero aun así menos conocidas del Reino Unido. Los turistas nacionales lo saben bien, ya que la gran parte del turismo de esta ciudad es inglés. Sin embargo Brighton tiene un sinfín de posibilidades por aportar a todo aquel que decide acercarse al sur de Inglaterra para disfrutar de una ciudad atípica.
Brighton es una ciudad que podemos visitar en cualquier época del año, pero sin duda la estación estrella es el verano donde la ciudad se llena de color, festivales, música y ambiente. Es, además, una de las ciudades costeras más grandes y conocidas del Reino Unido. Tiene un largo paseo marítimo y una playa, que aunque no es de arena fina, es magnífica para olvidarse que estás en la fría Gran Bretaña.
Su clima es cálido, llegando en verano a los 25-28 grados. Esto hace que sea un destino muy popular con más de 8 millones de visitantes al año. Cuenta con gran cantidad de hoteles de todas las categorías, restaurantes variados, comercios y lugares de ocio que hacen de ella un lugar ideal para pasar unos días de descanso. La verdad es que hay bastante ambiente en esta ciudad costera, muchos universitarios y mucha gente joven estudia inglés aquí.
Yo la descubrí por casualidad, ya que mi hermano se fue con una beca erasmus a estudiar allí y no podía dejar pasar la oportunidad de conocer estos lares.
Brighton ofrece al visitantes una extensa lista de cosas que hacer, entre ellas encontramos las actividades veraniegas que cada año abruman a los habitantes y visitantes de la pintoresca ciudad. Las compras son otro reclamo ya que los mercadillos callejeros inundan las calles principales y el paseo marítimo de la ciudad.
Personalmente, yo volé hasta el aeropuerto de Londres Gatwick (que es el que mejor me venía por estar al sur de la ciudad), alquilé un coche con rentalcars (sabiendo que iba a tener que conducir por la izquierda) y en menos de 45 minutos ya estaba tocando a la puerta de la casita de Homero.
Aquí os dejo los principales atractivos de la ciudad y sus alrededores.
¿Qué ver en Brighton?
Royal Pavilion of Brighton
Cuando piensas en una ciudad en el sur de Inglaterra, jamás piensas en que te vas a encontrar algo como esto.
El Royal Pavilion fue la antigua residencia de verano de los reyes ingleses. El Rey Jorge IV eligió Brighton como el destino de verano de su familia, mandó construir este palacio en 1815, y desde entonces decenas de reyes han pasado por este maravilloso e impresionante edificio, inspirado en los palacios de las dinastías Hindúes. El Royal Pavilion es el monumento principal de Brighton y su símbolo más famoso. Su arquitectura es una mezcla estilos pero sobresale el estilo hindú. Lo rodean unos impresionantes e inmaculados jardines.
Brighton Museum & Art Gallery
Este museo se encuentra en las estancias del Royal Pavilion y alberga diversas exposiciones permanentes de pintura, arte e historia natural. Dependiendo del momento en el que lo visitéis, encontraréis unas exposiciones u otras, pero no defraudará.
Brighton Pier
El Brighton Pier es uno de los lugares más turísticos de Brighton y del sur de Inglaterra, es por ello que siempre está a rebosar de personas. Decenas de atracciones, restaurantes e instalaciones nos esperan en el Brighton Pier.
Una de las cosas que más nos llamó la atención es que este lugar está llenísimo de máquinas, parecidas a las tragaperras, que funcionan con dinero. No sé el grado de ludopatía que tienen los ingleses, pero a juzgar por lo que hay allí y lo que vimos, creo que necesitan una terapia jejejeje.
Este muelle sobre el mar es muy agradable para pasear y siempre está lleno de visitantes y de gaviotas por todos lados. Diría que en igual cantidad.
Otro de los lugares más característicos de la ciudad, pasado el Brighton Pier, es un pequeño parque de atracciones encima de un muelle. Es ideal para pasar un día con los niños ya que hay multitud de actividades donde los más pequeños disfrutarán.
Playa de Brighton
La playa de Brighton es el núcleo del verano en la ciudad. Cientos de visitantes se agolpan en la “arena” de la larguísima Brighton Beach para disfrutar del escaso sol británico. No se trata de arena fina como la mayoría de las playas que conocemos pero los ingleses aprovechan a la perfección para broncearse o darse un chapuzón (los más osados ya que el agua está bastante fría).
Paseo Marítimo
El Paseo marítimo es uno de los lugares más frecuentados de la ciudad y en torno a él hay gran cantidad de tiendas, actividades, bares y restaurantes de todo tipo (hasta un carril bici por si quieres hacer algo de ejercicio).
Prestad atención a los edificios que hay en primera línea de playa, junto al paseo marítimo, porque son preciosos: antiguos, elegantes y señoriales.
¿Dónde comer en Brighton?
Os recomiendo estos restaurantes que probamos y nos encantaron
- The Post & Telegraph: restaurante-pub inglés con comida auténtica del lugar.
- Restaurante Japonés Pompoko
Ya que estamos aquí, ¿qué más podemos visitar?
Seven Sisters
No podéis ir a Brighton sin pasar a conocer la zona de las Seven Sisters (traducido como las siete hermanas). Nosotros fuimos en el coche que habíamos alquilado, pero también hay bus público desde Brighton para acceder a este paraje de belleza excepcional.
Son una serie de acantilados de caliza de creta localizados en el canal de la Mancha. Forman parte de los South Downs en East Sussex y están dentro del Seven Sisters Country Park. Son los restos de valles secos en la creta de los South Downs, que poco a poco están siendo erosionados por el mar.
Los acantilados Siete Hermanas se utilizan ocasionalmente en el cine y en producciones de televisión como un sustituto de los más famosos acantilados blancos de Dover, ya que están relativamente libres de anacrónicos desarrollos modernos y también se les permite erosionar de forma natural. Como resultado, las Siete Hermanas y Beachy Head siguen teniendo un color blanco brillante, mientras que los acantilados blancos de Dover están protegidos debido al importante puerto y por lo tanto están cubiertos cada vez más por la vegetación y se vuelven verdes como resultado. Estos acantilados aparecen al principio de la película Robin Hood: príncipe de los ladrones.
STONEHENGE
Otra escapada muy recomendable en vuestro viaje por esta zona es la sorprendente ciudad megalítica de Stonehenge: el círculo mágico de piedra. Se trata del monumento más espectacular de un amplio menú de monumentos prehistóricos que salpican toda la región y que conforman una unidad temática que se presenta como un conjunto por parte de la entidad English Heritage, que gestiona turísticamente el patrimonio del condado. De hecho, toda la zona de Salisbury Plain en Wiltshire ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad, por su abundancia de estructuras neolíticas y de la Edad del bronce.
Salimos en coche desde Brighton por la mañana e hicimos una parada a medio camino en Southampton para retomar energías. Dimos un paseo por el bonito centro y aprovechamos para descubrir una cafetería francesa con unos dulces caseros buenísimos que nos encantó ubicada en high st pero que no encuentro en el mapa…ha debido cerrar.
A escasa MEDIA HORA de camino, por fin encontramos Stonehenge. Este complejo cuenta con un gran parking a su entrada y la entrada se realiza por el centro de visitantes (con su tienda, su restaurante, etc…), situado a kilómetro y medio del monumento megalítico. Se trata de un amplio edificio que por su moderno diseño trata de integrarse en el paisaje. Dado que para visitar Stonehenge hay que reservar hora con antelación, te aconsejo que llegues a dicho centro de visitantes con tiempo suficiente para dar recorrer la citada sala, donde tendrás interesante información previa a tu visita (nosotros fuimos sin reserva y conseguimos ticket para la hora siguiente, pero también es verdad que fuimos en temporada baja).
- Los horarios de visita de Stonehenge son, en verano, de junio a agosto, todos los días de 9 a 20 horas, con último acceso dos horas antes. En el resto del año abre a las 9,30 horas, y cierra a las 17 horas en invierno, y a las 19 horas en los meses restantes.
- Los precios de las entradas (2015) son: adultos, 13.90 libras; niños de 5 a 15 años, 8,30 libras; y estudiantes y seniors+60, 12,50 libras.
Hay un minibús que te lleva desde el centro de visitantes hasta el monumento, pero os recomiendo que hagáis, al menos o la ida o la vuelta, a pie. Nosotros fuimos andando pero a la vuelta empezó a llover y agradecimos que hubiera este servicio.
Nada más entrar al complejo podréis ver en el exterior ver unas réplicas de chozas neolíticas que tratan de evocar cómo vivían hace 4.500 años en esta zona de Gran Bretaña.
Las rocas de Stonehenge se encuentran en medio de la nada, en una explanada expuesta a los vientos y sin protección alguna de árboles o montes. Por tanto hay que llevar ropa de abrigo casi todo el año ya que excepto en los días más cálidos del verano, la brisa fresca (o helada) sopla casi siempre.
Si vas a dar paseos por los caminos del complejo de ruinas lleva buenos zapatos, mejor si son botas impermeables y no te olvides de un paraguas o ropa impermeable si hay riesgo de lluvias.
Por desgracia, el acceso al interior del círculo de piedra está restringido y la mayoría de los turistas se tienen que conformar con verlo de cerca pero detrás de un vallado de cuerdas que marca el límite de cercanía. Existe una visita organizada que se realiza desde Salisbury por la entidad English Heritage que sí permite el acceso al interior de las piedras en horario especial de mañana o de tarde.
A la vuelta paramos en la ciudad de Winchester, con una universidad de renombre, se puede respirar en el ambiente ese espíritu universitario con una bonita arquitectura. Bien merece una visita.
Aquí os recomiendo comer en The Old GaolHouse, también con comida típica inglesa en un ambiente muy británico. 100% recomendable.
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