Llevábamos 5 años en Madrid y aún no habíamos ido a visitar aquella ciudad que tan llamativa era y a un par de horas en coche – Salamanca. La gente me insistía en que seguro que nos iba a gustar ya que tenía un encanto parecido al de Granada (por eso de ser una ciudad con una gran vida universitaria y tener la buena costumbre del tapeo) y tenían razón, no defraudó y además, nos encantó.
Llegamos un sábado por la mañana y nos volvimos un domingo por la tarde, pero el centro histórico de Salamanca es asequible en un fin de semana y da tiempo a pasear, visitar y degustar todos sus encantos. Es una ciudad muy bien cuidada y conservada en la que se delimita claramente el casco histórico del resto de la ciudad.
A continuación os dejo una guía de lo que visitamos ese fin de semana y donde tuvimos la suerte de comer y cenar…del alojamiento mejor no os digo nada porque fue bastante malo (a pesar de ser un hotel de tres estrellas, cerca del centro y frente al parador).
Catedral Nueva de la asunción de la virgen
Se encuentra situada en una plaza preciosa rodeada de varios edificios majestuosos tales como el Palacio de Anaya, la iglesia de San Sebastián o la facultad de filología.
Admirando la Catedral desde fuera, se pueden observar las formas y relieves que hay en ella. No hará falta rebuscar mucho, pues es el rincón que todo el mundo quiere fotografiar, para encontrar una parte de la fachada con elementos modernos tales como un astronauta, un diablo comiendo helado, un lince, un toro, un cangrejo de río, una cigüeña o una liebre. Estos curiosos elementos se añadieron en una restauración creativa en el año 1992 y que simboliza la modernidad del siglo XX.
Una vez dentro de la catedral podremos recorrer su planta de más de 100 metros de longitud, sobre la que ascienden tres altísimas naves rematadas en bóvedas de crucería. Llegados aquí, miremos hacia arriba y disfrutemos del espectáculo incomparable que nos ofrece la luz que dejan entrar las 90 vidrieras que ordenaron traer de Flandes.
Catedral vieja
Se accede desde la Catedral nueva. Sí, Salamanca tiene dos Catedrales. Fue suerte y acierto, ya que tuvieron la gran idea de conservar la antigua catedral que se había quedado pequeña debido al aumento de la población.
Esta primera catedral («la pequeña») se construyó entre los siglos XII y XIII combinando el románico con el gótico. Lo que más destaca en su interior es el Retablo de la Historia de la Salvación, formado por 53 tablas que narran, como si de un cómic se tratase, la vida de la Virgen y Jesucristo, muy útil a la hora de evangelizar al pueblo de esa época, que en su inmensa mayoría era analfabeto.
Universidad de Salamanca
Se trata del corazón de la ciudad y la razón por la cual hay tanta vida en sus calles.
Al pasar la calle Calderón de la Barca encontramos el Patio de Escuelas Menores, desde el cual podremos recrearnos con la fachada del edificio central de la universidad, construida para ser observada.
Irremediablemente, tendremos que dedicar unos minutos a buscar la famosa rana que hay esculpida. Dicen que los jóvenes que comienzan allí sus estudios deben encontrarla si no quieren suspender los exámenes. Para que no nos dejemos el cuello y la vista buscándola, debemos saber que se encuentra sobre una calavera. La idea era avisar a los estudiantes de que debían centrarse en sus estudios porque el pecado, simbolizado por la rana, podía llevarles a la muerte, obviamente la calavera.
Una vez encontrada la rana, dejémonos llevar por el ambiente universitario y entremos en el edificio para recorrer la universidad que ha alojado algunas de las mejores cabezas de nuestra historia, como las de Calderón de la Barca, Unamuno o Fray Luis de León, entre muchas otras.
Plaza Mayor
Se trata del epicentro de la ciudad. Podemos recorrerla a través de los soportales que la rodean o bien situándonos en el centro y admirando su majestuosidad.
En esta plaza encontraréis la oficina de turismo donde podréis haceros con un mapa de la ciudad así como informaros de los distintos eventos que haya ese fin de semana en la ciudad.
Para cenar, quisimos buscar un sitio más especial y nos fuimos a un restaurante que habíamos buscado previamente por internet. Tendréis que reservar ya que sin reserva será complicado encontrar mesa: Restaurante vinodiario (Plaza Basilios, 1, 37001 Salamanca) donde comimos estupendamente y bebimos unos vinos riquísimos.
Casa de las conchas
Se construyó en el siglo XV, con motivo del enlace entre don Rodrigo Arias y doña María de Pimentel. Por eso conchas y flores de lis engalanan todo el edificio, ya que eran el símbolo de cada familia. Aunque ahora alberga una biblioteca pública, la Casa de las Conchas nunca se usó para fines tan nobles. De hecho, en el siglo XVIII se convirtió en una cárcel propia de la universidad donde los estudiantes pagaban sus penas.
La clerecía. La otra universidad de la ciudad
La Pontificia se encuentra en un conjunto arquitectónico que se conoce como La Clerecía, en la misma calle que la Casa de las Conchas. Accederemos por su barroquísima puerta al conjunto monumental que se compone de la iglesia, el antiguo Colegio Real, que alberga la universidad, y un claustro que más bien parece el patio de un palacio real que el de un edificio religioso.
Parece ser que cuando los jesuitas la habitaban no estaban contentos con tal magnitud arquitectónica, por lo que extendieron el rumor de que en la vecina Casa de las Conchas había escondido un tesoro, para que así fuera derribada y poder ellos ampliar La Clerecía. Por suerte el rumor no cuajó mucho y aún se conserva la Casa de las Conchas.
Desde las torres de La Clerecía podemos descubrir una panorámica espléndida de la ciudad.
El domingo a medio día quisimos probar un bar típico de tapas de Salamanca y nos fuimos a uno del que habíamos leído muchas reseñas en internet y, de nuevo, salimos contentísimos. Cuzco bodega Salamanca (Calle Juan del Rey, 5, 37002 Salamanca) donde las tapas nos parecieron exquisitas y el jamón insuperable.
El huerto de Calixto y Melibea
Cerca de la fachada de la catedral vieja, y justo cerca del Museo Art Nouveau y Deco Casa Lis, encontraréis el huerto de Calixto y Melibea, desde el cual se pueden sacar bonitas fotos de las Catedrales y de la zona del río.
Puente Romano
Cerca del museo que os he comentado anteriormente se llega al puente romano, desde el que se obtienen unas vistas muy bonitas de la ciudad, el río y los edificios cercanos como el del archivo.
Iglesia y convento de San Esteban o Dominicos
Esta iglesia nos llamó muchísimo la atención porque es enorme y preciosa. Tiene un encanto a su alrededor y las vistas de la ciudad desde ella son también espectaculares.
Espero que disfrutéis de esta escapada tanto como lo hicimos nosotros. Y ya sabes, si te gusta este post compártelo y si no, dímelo para mejorar.
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