Pisa es mundialmente conocida como la ciudad de la torre inclinada. Es una ciudad muy agradable para una escapada de fin de semana (esos fines de semana que quieres escaparte y no sabes a donde) y se come de maravilla.
Os dejo esta guía que os servirá bien si venís todo el fin de semana, o si solo pensáis visitarla en un día porque estéis haciendo un crucero por el mediterráneo, o porque forme parte de vuestro recorrido por las ciudades de esta región: Florencia, Bolonia, Siena, Lucca, etc…
Etrusca en sus orígenes y romana en el 180 a.C. fue a partir de la creación de la República independiente en el año 888 cuando su peso como ciudad defensiva ante los ataques berberiscos le fue dando relevancia hasta el punto que ya en el siglo XI controlaba las islas de Córcega y Cerdeña, e incluso de forma circunstancial las Baleares. Las legiones de cruzados que partían hasta Oriente Próximo le sirvieron de enlace para sus comerciantes que supieron aprovechar el contexto para tejer una red de suministros apreciados como las especias o los materiales para la confección textil como el algodón. Enfrentada con Lucca y Florencia en su disputa de territorios, el total declive de su poder marítimo llegó con la humillante derrota de la batalla de Meloria ante Génova en 1284. Primero en manos de estos y luego de Florencia en 1406, fueron esta vez los Médicis los que impulsaron el resurgir de Pisa.
Qué ver en Pisa
Campo dei Mirácoli
En esta plaza tapizada de césped y de extraña posición (no se encuentra en el centro de la ciudad) podremos apreciar una de las más bellas imágenes de Italia. La entrada por la puerta de Santa María es espectacular y se nos abren cuatro importantes monumentos. Sobra decir que la Piazza dei Miracoli y, por supuesto, la Torre inclinada son los puntos más fotografiados de Pisa, y es que el conjunto monumental formado por la misma torre, la catedral, el cementerio y el Baptisterio, suponen una concentración de edificios preciosos. Además, el hecho de que estén a campo abierto, sin edificios que lo enclaustren, lo convierte en un lugar con mil perspectivas que permiten jugar al turista. De hecho, será difícil no caer en la tentación de hacernos una foto sosteniendo la torre, empujándola o levantándola.
El Duomo
La inscripción de la fachada hace de recordatorio de cómo los ciudadanos sufragaron la construcción de la catedral con el botín de la expedición victoriosa en Palermo contra los árabes. Iniciada por el arquitecto Buscheto en el 1.063, que combinó elementos de tradición clásica con paleocristianos, bizantinos, lombardos, árabes y normandos, consiguiendo un resultado mestizo apreciable. En el 1118 se consagró si bien aún quedaba por concluir la fachada a finales de se siglo por parte de Rainaldo. Dicha fachada descansa en tres niveles con arcadas ciegas de mármoles de diverso tipo. La puerta derecha del crucero conocida como de San Rainieri está trabajada en bronce, con escenas del Nuevo Testamento, elaborada por Pisano en el 1.180. Gran parte de la decoración original se perdió en el incendio del siglo XVI por lo que los frescos de la cúpula datan de esa época. El púlpito fue esculpido por Pisano a comienzos del siglo XIV, y es considerado una joya del gótico
La visita a la catedral es gratuita , entrando por la puerta derecha de la fachada. Aunque sea gratis, hay que acercarse hasta la oficina de tickets igualmente y pedir estos tickets, te los darán gratis pero hay que sacar la entrada igualmente.
El Baptisterio
Su planta circular de grandes dimensiones sigue las líneas románicas con la decoración del incipiente gótico en el segundo y tercer nivel del exterior. Se repite la misma decoración catedralicia con arcos en este edificio que comenzado en el 1152, sólo pudo ser terminado en 1358 cuando se finaliza la cúpula.
Detrás del camposanto podemos seguir por Via Contessa Matilde y luego por la Strada Statale del Brennero la línea de murallas medievales que limitaba al norte de Pisa.
Subir a la Torre de Pisa
Os aclaro que la famosa Torre de Pisa en realidad no es una torre, sino el campanario del Duomo, externo (es decir, separado del edificio principal) como en muchos ejemplos de la Toscana, entre ellos la Catedral de Santa María dei Fiori en Florencia.
Es el símbolo de la ciudad de Pisa. Sus 58 metros de altura tienen una inclinación de 5 metros con respecto al eje perpendicular. Sus seis pisos fueron levantados con tremendo esfuerzo en doscientos años, siendo Bonanno Pisano quién en 1.173 ya cuando terminaba el primer piso comenzó a ceder, si bien no se le prestó excesiva atención. Cuando se construía el tercer nivel un nuevo desplazamiento de la base obligó a parar las obras en 1.185, suspendidas hasta el 1.275 por parte de Giovanni di Simone, si bien hasta mediados del XIV no se pudo finalizar cuando Tomasso Pisano la concluyó.
Poco a poco la torre se iba inclinando un par de milímetros por año, por lo que para mediados del siglo XXI podía desplomarse. Todos los intentos fueron en vano. La progresiva inclinación sólo se trató con éxito cuando el peligro de derrumbe obligaba a intervenir, de manera que en 1992 se cerró hasta 2001, con un proyecto de compactación del terreno para evitar las infiltraciones de agua y que recuperó 40 cm de inclinación.
Huelga decir que en temporada alta (verano) estará bastante llena la ciudad, por lo que os recomiendo comprar con antelación las entradas. Yo he ido en verano y en invierno y la diferencia de turistas es brutal. La visita de la Torre de Pisa se lleva a cabo en grupos que salen cada media hora, por lo que al comprar las entradas te asignan una hora determinada para unirte al más inmediato de dichos grupos. Las entradas las puedes comprar aquí y puedes seleccionar el día y la hora. Existe un billete combinado con el resto de monumentos que es más barato.
Son varias las leyendas e historias que acompañan a la torre de Pisa, la más conocida es que el científico Gaileo Galilei llevó a cabo desde lo alto las pruebas lanzando varias bolas de cañón de diverso peso que le permitieron demostrar que la masa es importante en la velocidad.
Cuando subimos nos podemos fijar en las escaleras (294 escalones), tan desgastadas por las pisadas de millones de turistas que han deformado la piedra hasta adquirir una forma ondulada. Para los que tengan dudas de que se les puede caer la torre mientras suben deben saber que la inclinación de la torre está perfectamente observada y controlada con las tecnologías más modernas.
Desde lo alto la vista de Pisa, especialmente de la catedral es sublime, con una panorámica de la planta de cruz latina del templo donde sobresale la inmensa cúpula.
Los horarios de visita de la Torre de Pisa son: de junio a agosto, de 8,30 a 22 horas (última subida a la torre); en abril, mayo y septiembre, de 9 a 20 horas; en marzo, de 9 a 18 horas.
En época invernal, en octubre, de 9 a 19 horas; en noviembre y febrero, de 9.40 a 17,40 horas; y en diciembre y enero, de 10 a 17 horas.
El precio de las entrada para subir a la Torre de Pisa (2018) es de 18 euros.
Camposanto
El cementerio es una obra monumental de Giovanni di Simone que se puso en marcha en 1278 y hasta 1464 no se acabó de rematar a causa de las frecuentas guerras que acometía la ciudad. Se trata del noble edificio de planta rectangular que servía de sepulcro de la gente ilustre de la ciudad, y que contaba con los frescos de los más afamados artistas del medievo toscano. Los bombardeos de 1944 por parte de los Aliados dañaron las paredes y por ello se ha ido tratando de recuperar la decoración pictórica desde entonces.
Paseando por el interior nos da la sensación de estar en un gran claustro ajardinado, con tumbas y sarcófagos en un gran cementerio aireado y regio. En la galería oeste se conservan las cadenas que se extendían de extremo a extremo del puerto medieval para defender la ciudad de los ataques marítimos.
En la Piazza dei Miracoli se puede visitar también dos museos: el Museo delle Sinopie y el Museo dell’Opera del Duomo.
Paseando por Pisa
Pese a los escépticos que sólo han hecho una ruta rápida por Pisa, en la ciudad hay otra serie de atractivos empezando por la Iglesia de Santa María della Spina, un templo gótico del siglo XIV a la orilla del río, capilla de los marineros que custodiaban la reliquia de la espina de la corona de Cristo en la Crucifixión. Si bien ahora la encontramos junto al puente Solferino, en su momento estaba más cerca del caudal del río, pero las crecidas lo dañaron tanto que fue reconstruido más arriba en 1871.
Para ver la verdadera Pisa, la ciudad universitaria, sólo hay que caminar hacia el río. Descubriremos una ciudad viva y llena de animación, repleta de jóvenes estudiantes, bares, restaurantes, tiendas y boutiques de todo tipo. Encontraremos una ciudad de verdad, mucho más real y auténtica, aunque un poco menos bonita que Florencia. Pero antes tras dejar la Torre a nuestras espaldas y siguiendo por la Via Cardenal Pietro Malffi llegamos a la Piazza Martiri della Libertá. Allí se encuentra otro bello ejemplo de la artuitectura pisana, la iglesia de Santa Caterina.
Después hacia el sur bajamos por la Via Carducci y Borgo Stretto, pasamos por calles casi peatonales con arcadas llenas de tiendas. Muy cerca empieza la zona universitaria con dos plazas muy interesantes. La primera es la Plaza dei Cavalieri con varios edificios religiosos y universitarios y una plaza cuyo único defecto es que pasan los coches.
Continuando nuestro camino hacia el río otra inmensa plaza, la de Dante, nos lleva a los principales edificios de la Universidad de Pisa, una de las principales de Italia con ambiente animado y vivo. La Piazza Dante Alighieri, es ideal para degustar los cafés tan buenos que tiene Italia. Varias torres (Lanfreducci, Hotel Vittoria, Dell Campano y Verga d’Oro) circundan la zona de la universidad, mirad hacia arriba.
Y así, sin darnos cuenta, llegamos al Arno. El Arno en Pisa se parece mucho al Arno en Florencia, con menos gente pero igual estampa. Varios puentes cruzan el río, el más bonito el Ponte di Mezzo. Del otro lado, tras las fotos correspondientes, encontraremos una animada zona comercial que sigue por la calle Corso Italia hasta la plaza de Vittorio Emanuele y la estación de tren. En el Corso Italia encontramos una multitud de tiendas de las marcas que hallamos en toda Europa.
Antes, cerca del Ponte di Mezzo, hay numerosas placitas con muchos cafés y tiendas más artesanales, de diseño etc. Una zona ideal para tomarse unas cervezas, por ejemplo.
Y luego, a las 8 volved de nuevo a los bares, es el momento del último aperitivo y con él, muchos bares ofrecen tapas gratuitas o a precios muy bajos. Perfecto para cenar por poco dinero.
CONSEJOS UTILES
- Para acceder a los recintos monumentales, existen unas “navetas” o autobuses públicos y gratuitos que salen desde la estación de buses turísticos cada pocos minutos. El servicio funciona mejor o peor dependiendo de la temporada y de la afluencia de visitantes, por lo que si no os importa caminar, llegar paseando hasta el centro es una buena idea.
- Hay un billete único para los monumentos del campo de los milagros que se compra en el museo aunque su precio y horarios están sometidos a continuos cambios.
- Si estáis visitando la ciudad porque hagáis escala con vuestro crucero en Livorno, como fue nuestra primera vez en la ciudad, deciros que nosotros no cogimos ninguna excursión contratada. Nos bajamos en Livorno y fuimos a la estación de tren y por poco dinero y en menos de 30 minutos estábamos en el centro de Pisa para pasar el día a nuestro aire. Y con esta guía, ¿qué más vas a pedir? 😉
¿Dónde comer?
En esta ciudad, encontraréis muchísimas opciones para comer bien y para todos los presupuestos. Os dejo un par de restaurantes que son acierto asegurado:
- Il Ristoro della Pe’ Pisa : Cocina casera, hecha directamente delante de ti. Precio económico a buena calidad.
- L’Ostellino: Uno de los mejores valorados en tripadvisor, os recomiendo ir a una hora poco concurrida porque hay bastante gente. Os encantarán los bocadillos hechos con el embutido de la zona.
- La Taverna de Pucinella: Muy buena opción para comer pizza auténtica italiana a buen precio. Las pizzas rondan entre 6€-10€. Dos pizzas + café + bebida = 27,50€ para dos personas.
Espero que os haya gustado, os sea útil y ya sabéis, si os gusta: ¡compartidlo!
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